Día histórico en la fiscalía de Guanajuato en destrucción de bienes o instrumentos del delíto
Hoy Guanajuato avanza con firmeza hacia procesos de procuración de justicia más ordenados, seguros y transparentes. En un evento sin precedentes celebrado por la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, se llevó a cabo la destrucción de cientos de miles de bienes e instrumentos del delito que ya agotaron su función jurídica.
En el recinto, instalado al aire libre bajo estrictas medidas de Protección Civil, se congregaron la Gobernadora, Libia Dennise García Muñoz Ledo; el Fiscal General, Gerardo Vázquez Alatriste; el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Héctor Tinajero Muñoz; el Presidente del Congreso del Estado, Roberto Carlos Terán Ramos; el Comandante de la 16ª Zona Militar, General de Brigada Estado Mayor Gabriel Martínez García; Coordinador Estatal de la Guardia Nacional en Guanajuato, General de Brigada del Estado Mayor Juan Manríquez Moreno; el Secretario de Seguridad y Paz, Juan Mauro González Martínez; el Jefe de Estación del Centro Nacional de Inteligencia en Guanajuato, Martín Morales Hernández; el Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Adrián Mata Osio; el Secretario de Salud del Estado, Gabriel Alfredo Cortes Alcalá, el Delegado de la Fiscalía General de la República en Guanajuato, Alejandro Vila Chávez, así como José Salvador Beltrán González, Director de Verificación Programación del Destino Final de Bienes Asegurados de la Fiscalía General de la República.
A ellos se sumaron alumnas y alumnos de universidades y bachilleratos, representantes de la sociedad civil y medios de comunicación, en un acto que marca un antes y un después en la administración de una justicia más cierta, transparente y confiable para Guanajuato.

El Programa “Bodegas Vacías”, surge como una solución ante un problema que llevaba años creciendo. Miles de objetos asegurados desde varios años se acumulaban en el Almacén General de Indicios sin orden, sin clasificación y sin controles modernos.
Para cambiar esta realidad, el Fiscal General del Estado puso en marcha este programa con el propósito de ordenar, depurar y dar destino final a todos los objetos relacionados con hechos delictivos, garantizando procesos más limpios, más seguros y más confiables para la ciudadanía. La Agencia de Investigación Criminal encabezó estos trabajos en tres fases que implicaron meses de esfuerzo continuo.

Primero se realizó un inventario exhaustivo, pieza por pieza, para saber con exactitud qué había dentro de las bodegas. A partir de ahí se clasificó la droga, aparatos electrónicos, armas blancas y de fuego, herramientas, documentación, prendas, diversos objetos y muestras biológicas.
Después, cada agente del Ministerio Público revisó los objetos vinculados a sus carpetas de investigación para determinar su destino legal. Esta revisión permitió avanzar hacia la etapa más importante: la depuración de manera transparente y apegada a la ley.
Durante el magno evento se destruyeron 38,445 indicios y evidencias, evitando que vuelvan a circular o a utilizarse para cometer delitos. Entre ellos se incineraron 771.951 kilogramos de narcóticos; 533 armas de fuego que ya no estarán en manos de la delincuencia; y 9,065 indicios biológicos, entregados a una empresa especializada debido a su manejo delicado.
También se retiraron del almacén 329 herramientas y 254 aparatos electrónicos que fueron asegurados en distintos hechos delictivos.
En el caso de los residuos electrónicos, el trabajo fue especialmente cuidadoso. Las baterías de litio y otros compuestos peligrosos, de manera responsable, fueron retiradas de 280 teléfonos y dispositivos por peritos de informática forense que se entregan de manera segura a la autoridad ambiental correspondiente, sin generar costo alguno para la Fiscalía.
Todo esto fue posible gracias al esfuerzo de servidores públicos del Almacén General de Indicios y peritos especializados, quienes durante meses trabajaron con rigor técnico y compromiso institucional.
Más allá del acto simbólico, “Bodegas Vacías” institucionaliza prácticas que evitan que los almacenes se conviertan en depósitos eternos: ahora los indicios son de tránsito en la bodega, la evidencia se administra con criterios técnicos y legales, y la ciudadanía puede conocer los procedimientos mediante los mecanismos de transparencia.
El proyecto seguirá como programa permanente y será incorporado al reglamento interior de la Fiscalía, para que la depuración deje de ser una excepción y sea una obligación institucional que facilite la labor del Ministerio Público y garantice el respeto a la cadena de custodia y al debido proceso.

